A los pies del camino de Santiago y apenas 2 kilometros de Merexo y otros dos de Muxía, nos encontramos con Moraime, merece la pena contemplar el santuario de San Xiao, con su iglesia y monasterio románico fundado por los monjes benedictinos en el siglo XII. Destacar su reciente rehabilitación y el hallazgo en su entorno de una fuente de época romana. También los frescos en sus paredes interiores que representan los pecados capitales. El monasterio fue centro de formación de un rey de Galicia.
En las caballerizas se encuentran actualmente la Oficina de Turismo.
Vinculado al Camino de Santiago que muchos peregrinos alargan hasta llegar a Fisterra, nació una pequeña ermita de leyenda situada en un marco incomparable junto al mar y que se ha convertido en uno de los mayores atractivos para visitar Muxía.
Dominando el fértil y verde valle de Soneira, la fortaleza vimiancesa, sede desde hace años de una completa muestra de artesanía en vivo, enriquecida con visitas guiadas y teatralizadas, tiene el casco urbano municipal a sus pies. Situado a la entrada de la localidad, sentido Fisterra, es un ejemplo de buena conservación, y su historia descansa en parte en la fuerza irmandiña.
Datado entre el 3000 y el 2500 a.c, su belleza y buen estado de conservación lo ha llevado a ser considerado la Catedral del Megalitismo Gallego, habiendo sido fuente de inspiración de grandes poetas como Eduardo Pondal.
El Castro de Borneiro fue descubierto en el año 1924 por Isidro Parga Pondal. Las distintas excavaciones realizadas permiten ver en la actualidad una gran parte del castro y estudiar como era la forma de vida de aquellas gentes. Estuvo habitado entre los siglos VI a.c y I d.c. y no tiene signos de haber sido romanizado.